Las chinampas son verdaderos refugios de vida silvestre y de agrobiodiversidad en el corazón de la Ciudad de México. A pesar de ser islas construidas por humanos hace varios siglos, hoy en día se han consolidado como ecosistemas complejos y delicados que han albergado una asombrosa diversidad de flora y fauna durante siglos.
El humedal Xochimilco es un ecosistema que tras la poca regulación y la expansión urbana se ha ido deteriorando. Los habitantes de la Ciudad de México estamos invitados a restaurarlo con urgencia para no perderlo. Su suelo de conservación es un gran captador de dióxido de carbono y regulador de temperatura para la CDMX. Todavía podemos ver una gran biodiversidad de flora y fauna importante para el ecosistema; muchos empleos, y los de mayor importancia en el sector agrícola, dependen de él. Además es una fuente de seguridad alimentaria para la gran Metrópoli y un modelo replicable. Por si fuera poco, Xochimilco es un referente cultural a nivel mundial, sus pobladores originarios resguardan los usos y costumbres del lugar, y el paseo por el Lago sigue teniendo una alta demanda porque es un agasajo para los sentidos, sin embargo, también debe ser regulado.
Con el deseo de sumarnos a la preservación de Xochimilco es que comienza este proyecto con la firme misión de reactivar las chinampas ancestrales de manera agroecológica.
Hoy en día, existen en la zona del Lago de Xochimilco un gran número de chinampas no utilizadas para lo que fue su vocación original, por ello tenemos una gran oportunidad para contribuir en su reactivación agroecológica y de esta forma mitigar la vulnerabilidad de la comunidad de Xochimilco ante el cambio climático y la mejora sustancial del ecosistema.
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